Té blanco, la delicadeza hecha infusión

Bastante menos conocido que los otros tipos de té, el té Blanco se ha convertido en poco tiempo en unos de los más buscados y apreciados por los conocedores del té. Su sabor delicado y sutil, dulce y floral ha cautivado a más de un paladar.
 

Pero no es sólo su exquisito sabor el que ha cautivado a miles de personas alrededor del mundo, también sus increíbles propiedades que tiene para nuestro organismo han sido claves para que las personas lo prefieran en su día a día.

Pero antes de hablar sobre sus propiedades, hablemos un poco sobre su origen.
Como bien sabemos, el té Blanco, al igual que los otros tipos de té, proceden de la planta de té Camellia Sinensis. Lo que lo diferencia es que para su obtención se usan las hojas en su estado más natural.
 
Los brotes más tiernos, los que aún están recubiertos por su vello blanco característico, se recogen, se marchitan naturalmente y luego se procede a su secado. Eso si, sus hojas nunca son enrolladas ni oxidadas, por lo que preservan las características de su sabor delicado, dándonos un té más ligero que los otros tipos de té más tradicionales.
 
Su consumo siempre fue sinónimo de lujo y cierta exclusividad, ya que en su comienzo, durante la dinastía Tang, este té llegó a ser exclusivo para la ceremonia tradicional del té en la China Imperial. Su calidad lo posicionó a ser un té digno de presentarse a los emperadores.
 
Su comercialización a otras regiones del mundo comienza en el siglo XIX, gracias a una serie de mejoras que se aplicaron a los procesos de elaboración y de almacenamiento.

Propiedades: ¿para que sirve el te blanco?

El té Blanco, gracias a su proceso de elaboración, es una de las fuentes más altas en antioxidantes. Estos no se degradan ni se alteran, por lo cual sus propiedades y características se pueden aprovechar al máximo.
 
Las catequinas, neutralizan la propagación de los radicales libres, responsables de la degradación de las membranas celulares, y permiten el retraso del envejecimiento celular en todo tu cuerpo manteniendo la piel hidratada, evitando la aparición de arrugas.
 
Además, las catequinas son las encargadas de ayudar a reducir el colesterol total y el LDL (el colesterol malo). Por lo que su consumo, está asociado a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
 
Por otra parte, gracias a que presenta un gran poder diurético, ayuda a la eliminación de toxinas acumuladas en el organismo, por lo cual es ideal para complementar las dietas adelgazantes.
 
Finalmente, sus antioxidantes presentan un efecto antiinflamatorio, antibacteriano y antiviral, contribuyendo a una buena salud bucodental ayudando a la prevención de caries e inflamación de encías.

Modo de Preparación

La infusión de Té Blanco es sencilla. Debes tener en cuenta lo siguiente

Cantidad de té

Para una taza de 200 ml debes agregar 2 gramos de té

Temperatura del agua

El agua debe estar a una temperatura entre 80 y 90 grados

Tómate tu tiempo

La infusión para este tipo de té debe ser entre 4 a 5 minutos

Si quieres descubrir sensorialmente este té, te aconsejamos nuestro Té blanco Pai Mu Dan, lo puedes encontrar con Lemongrass o Flores de Caléndula. ¡Pruébalos y déjate persuadir por su exquisito sabor!
 

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